Testimonio de Isai Olguin


Hoy quiero compartir algo que me ha estado sucediendo y que ha venido a ser una fortaleza e impulso para realmente crecer en mi vida espiritual y en mi ministerio. Una de mis oraciones últimamente ha sido que Dios me permita ver mi vida no con ojos terrenales sino ojos espirituales para poder cumplir mi llamado de una manera eficiente. 

 

Soy una persona que busca siempre la excelencia en todo lo que hace y más cuando es algo que me apasiona, por eso el motivo de mi oración constantemente es tener la visión de Dios, quiero que Dios este orgulloso de su hijo Isai y que sepa que busco siempre ser excelente en mi vida y en las áreas en las cuales me pone a trabajar.

 

A los pocos días me encontraba leyendo la biblia y me encontré con este texto:

 

Tu ojo es una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es malo, tu cuerpo está lleno de oscuridad.35 Asegúrate de que la luz que crees tener no sea en realidad oscuridad. Si estás lleno de luz, sin rincones oscuros, entonces toda tu vida será radiante, como si un reflector te llenara con su luz Lucas 11: 34-36

 

Jesús me hablaba de una manera clara y a la vez me decía la importancia de nuestros ojos y de cómo verdaderamente desarrollar unos ojos espirituales. Y saqué lo siguiente en conclusión. 

 

Lo que vemos define en gran manera lo que somos.0

 

Todo lo que entra a través de la vista impacta de una manera poderosa a todo nuestro ser ya sea de una manera positiva o negativa. Recuerdo la frase “Los ojos son la ventana al alma”

 

Digamos que alimentas tu vista con palabra de Dios, programas que te fortalecen como persona en conocimiento y valores, entonces darán como resultado una persona llena de Dios, amor, fuerza y conocimiento.

 

Y si por el contrario te pasas alimentando tus ojos con programas como novelas, vidas privadas de famosos, peleas e inmoralidades, como resultado vas a ser una persona llena de ira, envidia, frustración y muchas cosas más.

 

Cuando entendí que para alcanzar a tener esa visión que Jesús nos llama a tener se debe desarrollar no solo cuidando lo que vemos sino también autoanalizándonos y buscando guiar a otros a la luz, entiendes que es un proceso constante que no acaba y que las personas a tu alrededor podrán ver en ti un cambio genuino. También un amor por ayudar a otros y una pasión por avanzar en el reino de Dios.

 

Amigos y hermanos en la fe, busquemos siempre tener los ojos espirituales y la visión de Dios. Esto nos ayudará a desarrollar el carácter y el estilo de vida que Jesús nos manda y por consecuente ser luz para aquellos que viven en oscuridad.

 

Que Dios los bendiga