Aquí está mi testimonio: Era una persona muy insegura tanto así que presentia que todo aquel que se me acercara a mí me haría daño, en algún momento de mi vida sentí que todo lo que hacía no era suficiente para mis padres, a causa de mi carácter explosivo tuve varios altercados con mi familia, a pesar de haber nacido en una familia cristiana no todo era estable, mi padre trabajaba mucho tanto así que contados eran los día en que lo veía, mi madre sufría mucho al no saber qué hacer cuando faltaba para cualquier calamidad doméstica o enfermedad en mis hermanas, yo por ende me hundí en una depresión horrible, me sentía la persona más miserable, que al llegar la noche en mi mente se agolpaban  muchos pensamientos de suicidio y también de creer que era adoptada, todo cambio cuando un día sin saber qué hacer en un cuarto oscuro le dije al Señor ¿Qué quieres de mí?. Aunque nunca he escuchado su voz, en ese momento sentí que alguien me abrazaba, era como si una brisa cálida te rodeara suavemente, después de eso perdone a mis padres, y decidí derramar mi corazón a ellos , porque ya no podía seguir con tantos sentimientos reprimidos, créeme si hay algo que te aflige el corazón de una manera violenta es llevar un peso ahí arrinconado en tu corazón por muchos años, desde mi niñez siempre estuve consciente de quien era Dios, pero lo que Él hizo por mi desde aquel día fue una manera nueva de ver el amor de Dios no solo a mi vida , sino de todo aquel que se acerca a Él con un corazón contrito y humillado.